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Espíritus Animales

Espíritus Animales


Chico e Boneca - Adelino da Silveira


Chico Xavier tenía un perro llamado Boneca, que siempre lo esperaba, haciendo una gran fiesta cuando lo veía. Se subió a su regazo y se lamió la cara como si lo estuviera besando.


Chico luego dijo:

- ¡¡¡Ah Muñeca, tengo muchas pulgas !!!! 


Inmediatamente ella comenzó a rascarle el pecho con el hocico.

Boneca murió vieja y enferma. Chico sintió mucho su partida.


La envolvió en el chal más hermoso que había ganado y la enterró en el fondo del patio, no sin antes derramar muchas lágrimas.


Un par de amigos, que lo vieron todo, en la primera visita de Chico a São Paulo, le ofrecieron un cachorro idéntico a su difunto muñeco.


Animales en el plano espiritual

  Para quienes aman a sus mascotas, uno de los momentos más difíciles es cuando desembarcan (muerte del cuerpo físico). Esta tristeza puede durar días, meses, años o incluso nunca pasar, lo que no es bueno para ambos lados: el hombre y el animal.



A los espíritas se les suele denominar personas distantes en relación con la muerte de seres queridos (que incluye a sus mascotas). ¡Esto no es cierto!


Los espíritas entienden mejor la desencarnación, porque, como ya lo describe la propia palabra, ¡creen en la muerte del cuerpo físico y en la continuidad de la vida, por el Espíritu! Todos son espíritus: hombre y animal.



El espiritismo es la unión de la ciencia, la filosofía y la religión. Él está de acuerdo, en muchos puntos, con la Evolución de las Especies (Charles Darwin) y no cree cuando algunas religiones dicen que Dios creó al hombre como es y a los animales como son para toda la eternidad.

QUÉ ES EL PASE


  Desde la antigüedad, la imposición de las manos es una de las armas usadas por las personas para auxiliar a los enfermos o apartar de ellos las malas influencias espirituales. En muchos apartes de la Biblia, vemos a Jesús y a sus discípulos imponiendo las manos sobre los necesitados, rogando a Dios que fuesen curados. Jesús utilizó esta práctica afirmando que, si quisiéramos, podríamos hacer lo mismo. Y desde aquel tiempo el hombre se vale de este recurso para aliviar, consolar, mejorar y hasta curar dolencias físicas y espirituales. 

Antes del advenimiento del Espiritismo, poco se sabía sobre la práctica de esta costumbre. Los fenómenos de curación se cubrían de misterio y eran tenidos como acontecimientos sobrenaturales.