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QUÉ ES EL PASE


  Desde la antigüedad, la imposición de las manos es una de las armas usadas por las personas para auxiliar a los enfermos o apartar de ellos las malas influencias espirituales. En muchos apartes de la Biblia, vemos a Jesús y a sus discípulos imponiendo las manos sobre los necesitados, rogando a Dios que fuesen curados. Jesús utilizó esta práctica afirmando que, si quisiéramos, podríamos hacer lo mismo. Y desde aquel tiempo el hombre se vale de este recurso para aliviar, consolar, mejorar y hasta curar dolencias físicas y espirituales. 

Antes del advenimiento del Espiritismo, poco se sabía sobre la práctica de esta costumbre. Los fenómenos de curación se cubrían de misterio y eran tenidos como acontecimientos sobrenaturales. 

Al menos públicamente, nadie se aventuró a dar explicaciones para el extraño poder que tenían las manos para curar y aliviar los males físicos y espirituales. Con la llegada de la Doctrina espírita, los Espíritus superiores explicaron él por qué de las cosas. Enseñaron que las manos servían como un instrumento para la proyección de fluidos magnetizados, donados por el operador, y fluidos espirituales, traídos por los Espíritus. Según ellos, los fluidos curativos eran absorbidos por la persona necesitada por medio de los centros vitales (chacras), acumuladores y distribuidores de energía, localizados en el periespíritu y por el propio cuerpo astral que actúa como una esponja. Así se explican teóricamente, las curas efectuadas por Jesús y por los curadores de todos los tiempos. 

Entre nosotros, seguidores de Allan Kardec, la imposición de las manos sobre una criatura con la intención de aliviar los sufrimientos, curarla de algún mal, o simplemente fortalecerla, se conoce como "pase". El pase es uno de los métodos utilizados en los Centros Espíritas para el alivio o cura de los sufrimientos de las personas. Cuando se administra con fe, el pase es capaz de producir verdaderos prodigios. Tiene como objetivo el reequilibrio del cuerpo físico y espiritual. 

 
13.2 EL PASISTA 

El pasista es aquel que realiza el pase. Ser un pasista Espírita es una tarea de gran responsabilidad, pues se trata de ayudar a las personas en nombre de Dios. Personas carentes y deseosas de mejoría, buscan en el Centro Espírita los recursos del pase como forma de alivio de las presiones psicológicas y sustentación para sus fuerzas morales y físicas. 

El pasista no requiere ser un santo, pero debe esforzarse en su mejoría interior y en el aprendizaje intelectual. Armado del deseo sincero de servir, casi todos los principiantes pueden trabajar en esta sagrada tarea. El pasista debe procurar vivir una vida sana, tanto física como moralmente. Poco a poco, los vicios terrenos deben ceder o dar lugar a las virtudes. El uso del cigarrillo y la bebida deben evitarse. Como el pasista da de sí mismo parte de los fluidos que van a fortalecer la parte material y espiritual del necesitado, esos fluidos deben estar limpios de vibraciones oriundas de los vicios. 

En el aspecto mental, el pasista debe cultivar los buenos pensamientos diariamente. El orgullo, la maledicencia, la sensualidad exagerada y la violencia en las actitudes deben combatirse constantemente. La Espiritualidad superior asocia equipos de Benefactores a los trabajadores que se esfuerzan, multiplicándoles la capacidad de servicio. 

La fe racional y la certeza en el amparo de los buenos Espíritus, son sentimientos que deben estar presentes en el corazón de todos los pasistas. Es fundamental en el trabajo del pase, entregarse con sinceridad a la tarea bajo su responsabilidad, viendo en todo sufridor un alma carente de amparo y orientación. El pasista no debe tener preferencia por ninguno. Su auxilio debe igualmente ser distribuido a todas las criaturas. Las elevadas condiciones morales del pasista son fundamentales para que el obtenga un resultado satisfactorio en el servicio del pase. 

Por consiguiente, todos podemos suministrar el pase, aunque se requiere una mínima preparación moral a fin de que la ayuda sea lo más eficaz posible. Como todas las tareas realizadas dentro el centro espírita, ésta también requiere de cuidados y atención por parte de quien se propone a ejecutarla. 

"Como a todos es dado recurrir a los Espíritus, orar y querer el bien, muchas veces basta imponer las manos sobre el dolor para calmarlo; es lo que cualquiera puede hacer, si tiene fe, fervor, voluntad y confianza en Dios" -(Allan Kardec - Revista Espírita, Septiembre de 1.865). 

 
13.2.1 ¿Qué se necesita para ser un buen pasista?  
Allan Kardec nos instruye al respecto: "La primera condición es la de trabajar en su propia depuración (moral y ética), para no alterar los fluidos saludables que transmitirá. Esta condición no podrá ser ejecutada sin el más completo desinterés material y moral. El primero es el más fácil, y el segundo es el más raro, porque el orgullo y el egoísmo son sentimientos difíciles de extirpar, y porque varias causas contribuyen para exaltar a los médiums" - (Allan Kardec - Revista Espírita, Noviembre, 1.866). 

13.2.2 Condiciones básicas para el ejercicio del pase espírita:  
Fe; Amor al prójimo; Disciplina; Voluntad; Conocimiento; Equilibrio psíquico; Humildad; Devoción; Abnegación y otros.

13.2.3 Factores negativos físicos que perjudican los resultados del pase:
Uso del cigarrillo y el alcohol; Desequilibrio nervioso; Alimentos inadecuados y otros.

13.2.4 Factores negativos espirituales y morales: Tristeza, pasiones bajas, egoísmo, orgullo, vanidad, codicia, vida deshonesta, adulterio etc. 

"El fluido humano siempre está impregnado de impurezas físicas y morales del encarnado; el de los buenos Espíritus es evidentemente más puro, tiene propiedades más activas, que producen una curación más rápida. Pero, al pasar por el encarnado, aquel puede alterarse. Por lo tanto, todo médium curador, necesita trabajar por su mejoramiento moral" - (Allan Kardec - Revista Espírita, Septiembre, 1.865). 
 
13.3 TIPOS DE PASES
Los pases se clasifican en tres categorías: Pase magnético, Pase espiritual y Pase mixto. 

13.3.1 Pase Magnético 
 Es un tipo de pase donde la persona dona solamente fluidos, utilizando la fuerza magnética existente en el propio cuerpo periespiritual. Por lo menos en teoría, cualquier persona puede realizarlo. Sus cualidades varían según la condición moral del pasista, su capacidad de donar fluidos y su deseo sincero de amparar el prójimo. 

En el pase magnético, generalmente se recibe asistencia espiritual. Esto sucede porque los Espíritus superiores siempre ayudan a aquellos que, con gran voluntad, asisten a los más necesitados. Recordamos aquí, que el socorro de las Benefactores es independiente de la creencia que el pasista o magnetizador puede tener en Dios o en la Espiritualidad. 

Los Espíritus dijeron a Allan Kardec, en "El Libro de los Médiums", pregunta 176: 

"... aunque una persona deseosa de hacer el bien no crea en Dios, Dios cree en ella". 

 13.3.2 Pase Espiritual  
Es una especie de magnetización hecha por los buenos Espíritus, sin intermediarios, directamente en el periespíritu de las personas enfermas o perturbadas. En el pase espiritual el necesitado no recibe fluidos magnéticos del médium, son otros, más finos y puros, traídos de los planos superiores de la Vida, por el Espíritu que vino a asistirlo. 

Por el hecho de no estar mezclado el fluido animalizado, el pase espiritual es mucho más limitado que las otras modalidades de pases. Con esto se comprende, que los recursos ofrecidos en las reuniones públicas de Espiritismo, donde participan un gran número de encarnados y Espíritus desencarnados, son mayores que con los que podemos contar en nuestras residencias, donde contamos sólo con la ayuda de nuestro guía espiritual. 
                                                                    Con fe                                        Sin fe
13.3.3 Pase Mixto  
Es una modalidad de pase donde se mezclan los fluidos del pasista con los de la Espiritualidad. La combinación es mucho mayor que en el pase puramente magnético y sus efectos mucho más saludables. Este es el tipo de pase que es aplicado en los Centros Espíritas, contando con la ayuda de los equipos espirituales que trabajan en el área, para ayudar a los necesitados. 

Los benefactores espirituales comparecen en el momento del pase, atendiendo a los encarnados y también suministrando eficiente ayuda a las entidades del plano espiritual. Ellos
actúan aumentando, dirigiendo y clasificando nuestros fluidos. 

Pero, para que se pueda contar siempre con la ayuda de los buenos Espíritus, es necesario observar los cuidados señalados anteriormente sobre la depuración íntima de cada uno de los que están comprometidos en la tarea de hacer el bien. 
 
"...Para curar por la acción fluídica, los fluidos más depurados son los más saludables; siendo estos fluidos benéficos de los Espíritus superiores, de ellos es que debemos obtener la colaboración. Por esta razón, la oración y la evocación son necesarias, pero para orar y, sobre todo, orar con fervor, es preciso tener fe. Para que la oración sea escuchada, es preciso que se haga con humildad y acompañada por un real sentimiento de benevolencia y de caridad. Ahora, no hay verdadera caridad, sin devoción, ni devoción sin desinterés". -(Allan Kardec - Revista Espírita, Enero, 1864). 

13.4 EL PASE EN EL CENTRO ESPÍRITA
El pase se destina al tratamiento y profilaxis de enfermedades física y espirituales junto a los necesitados que procuran el centro espírita. El equipo de pasistas debe estar alineado en el mismo pensamiento de ayudar a esas personas necesitadas de auxilio. 

El servicio de aplicación del pase requiere criterio, discernimiento, responsabilidad y conocimiento doctrinario. Es un complemento a los recursos de auto-mejoramiento y de reeducación espiritual utilizados normalmente. 

La Técnica del Pase Espírita: 
Hay cierta discusión en el medio espírita sobre cómo debería ser aplicado el pase. Algunos defienden la tesis de que los pases deberían ser aplicados movilizando las manos alrededor del cuerpo del individuo, de modo que las energías espirituales pudiesen mejor alcanzar sus objetivos de cura. Otros, consideran que con el hecho de imponer las manos sobre la cabeza de quien va a recibir el pase ya es suficiente. 

André Luiz nos informa en "Conducta Espírita" que el pase debe despojarse de cualquier recurso espectacular. José Herculano Pires, en el libro "Mediumnidad", dice que el pase es tan sencillo que no se puede hacer más sino darlo. 

Allan Kardec, refiriéndose al asunto en la Revista Espírita, número de septiembre de 1.865, dice a los médiums que:
 
"Solamente su ignorancia les hace creer en la influencia de ésta o de aquella forma. En la mayoría de las veces, a esto le mezclan prácticas evidentemente supersticiosas, las cuales no deben aceptarse y darles el valor que merecen". 

Oficialmente, la doctrina Espírita no prescribe una metodología para el pase. Cada grupo es libre de adoptar uno u otro modo, desde que no se llegue a exageraciones. La técnica debe ser lo más simple posible, evitándose fórmulas, exageraciones y gesticulaciones en torno al paciente. Cada grupo debe tener un buen sentido del trabajo y de la forma más conveniente, siempre y cuando se encuadren dentro de los fundamentos doctrinarios lógicos. 

Lo que si es preciso tener en cuenta es que ninguna de las dos formas de aplicar el pase surtirá efecto si el médium no cuenta con la voluntad de ayudar y con las condiciones morales saludables para realizarlo. Así se aplique la mejor metodología no se conseguirán buenos resultados, si el pasista fuese de mal carácter. 

13.4.1 ¿Cuándo Debe Ser Aplicado el Pase? 
 La variación de las condiciones fluidicas periespirituales de cualquier criatura viva produce desequilibrios orgánicos y psicológicos, que pueden dar origen a las enfermedades. Alteraciones psicológicas o traumas orgánicos pueden provocar cambios fluidicos en la capa exterior del periespíritu, agravando dolencias o iniciando estados mórbidos. De ahí, la importancia de la terapia energética de los pases como tratamiento, pero principalmente como profilaxis de las enfermedades. Por eso, el pase debe ser aplicado regularmente, donde se esclarezca que el procedimiento no es obligatorio, para desvincularlo de la condición de ritual o dogma. 

13.4.2 Como debe portarse el que recibe el pase?
Debe tener algún conocimiento doctrinario 

Debe tener algún conocimiento sobre qué es el pase. 

Debe relajarse, olvidar sede lo exterior y mantener la concentración en Dios y en Jesús. 

Mantener disposición mental positiva (alegría)


Merecer (Ley de causa y efecto)


Fé = receptividad, confianza, aceptación (fuerza que atrae) 

Tomar regularmente el pase, como terapia para el Alma y ayuda complementar para la salud física. 
 Oración Intima 

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